sábado, 23 de marzo de 2013

Danger - Capitulo 11


"--So this is just a game to you?" – “—Así que esto es solo un juego para ti?”


Resulta que no tenia otra opción mas, porque mientras yo estaba decidiendo, Justin abrió la puerta y esperó fuera para que yo saliera. Al salir, cerré la puerta detrás de mi antes de empezar a caminar junto a él. Abrí la boca para decir algo cuando Justin se adelantó.

“Sígueme”, asintió con la cabeza en dirección hacia el almacén.

Asentí con la cabeza sin decir una palabra, siguiendo el mismo camino detrás de él cuando empezó a caminar hacia aquel lugar. Al abrir la puerta, Justin entró al interior antes de cerrarla suavemente detrás de nosotros.

Cuando el se movió en frente de mi para cerrar la puerta, me fijé en que la tensión de su mandíbula había desaparecido, calmándose después de que hubiéramos entrando allí.

Fruncí mis cejas juntas. ¿Cómo puede alguien pasar de estar enojado a estar relajado en tan solo una hora?

“¿Vienes o no?” Me sacó de mis pensamientos, volteando a ver a Justin que estaba en el otro extremo del edificio.

Mirando alrededor del lugar, poco a poco empecé a caminar, sin decir una palabra. Las paredes estaban agrietadas, había unos pocos chelines que estaban sobre el suelo del almacén, el techo goteaba, y eso me hizo que me preguntara que demonios había pasado aquí antes de hoy.

“¿Qué ha pasado aquí?”

Justin no se volvió. En su lugar, siguió caminando.

Por un segundo, pensé que me estaba haciendo caso omiso y yo estaba a punto de preguntarle otra vez, cuando se detuvo a las afueras del almacén (una vez que el caminó a través de las puertas traseras). Hundió las manos en los bolsillos de sus jeans mientras miraba al cielo.

Cambié mis ojos de posición, dejé de mirarle y empecé a mirar lo que él estaba observando, al instante, mis ojos se abrieron y jadeé.

Estábamos en la cima de una colina, el cielo estaba pintado en colores rosa, naranja, amarillo y morado. Las nubes se balanceaban suavemente alrededor, el sol se cernía en la parte superior de nosotros. Podrías ver la ciudad desde aquí arriba. Parecía absolutamente increíble.

“Es bonito, ¿eh?”, Cuestionó en voz baja.

Me atreví a mirar a otro lado que no fuera la hermosa vista que tenía delante de mi. “Si”, le contesté sin aliento. “Es impresionante.” Exhalé, regresando de la milagrosa belleza que tenía la naturaleza. “Nunca he visto nada como esto.”

El asintió con la cabeza, entendiéndome por completo.

“¿Cómo encontraste este lugar? Si no te importa que te pregunte….” Finalmente regresé mis ojos del cielo a él.

El se puso sereno, en el sitio perfecto. “Después de que este lugar se quemara—“

Bueno, eso responde a mi pregunta.

“-Supongo que, vine para echar un vistazo y cuando llegué aquí, vi esto—“  El asintió con la cabeza hacia las vistas. “Y al instante me enamore.” Ahora el volteó su mirada para mirarme a mi, la expresión de su cara era solemne.

Me metí un mechón de pelo detrás de la oreja. “Es agradable, me gustaría tener un lugar como este.”, Admití, mirando al cielo una vez más.

Había una pacífica aurora, se sentía como si nadie te pudiera tocar. Donde podrías estar sola y no tenías que preocuparte por nada. Te sentías descuidada …. Con vida.

El silencio completó el vacío que nos rodeaba antes de que Justin hablara una vez mas, “Ahora, ya lo tienes”. Habló fuerte y claro.

Volviendo a la realidad, me volví a mirarlo solo para ver que había cambiado su mirada sobre mi, y ahora miraba otra vez al otro lado de la ciudad.

“Gracias…” susurré sintiendo como mi corazón bombeaba violentamente y mi estómago se llenaba de mariposas.

¿Realmente quiso decir eso?

No lo sabía, pero esperaba que si.

El simplemente me dio una mirada una vez mas, haciéndome saber que me había escuchado.

Nos quedamos allí el resto del tiempo, en el puro silencio, sin nada mas que el viento haciendo ruido a nuestro alrededor. De vez en cuando los pájaros cantaban y algunas ardillas se metían entre los arboles que nos rodeaban.

Aparte de eso, todo lo que podía distinguirse, era el latido fuerte de nuestros corazones.

“¿Por qué se quemó este lugar?” De repente hablé- y de la nada lo admito- la idea me causó curiosidad.

Se lamió los labios. “Negocios”. Fue todo lo que dijo.

Me mordí el labio inferior. “¿Qué clase de negocio?” No quería seguir con el tema, pero me di cuenta de que era lo mejor.

Necesitaba saber donde me estaba metiendo antes de que estuviera metida en lo mas profundo.

Suspiró. “No vas a permitir que esto continúe, ¿verdad?” Me miró ahora, nuestros ojos se encontraron en una mirada.

Negué con la cabeza.

El se burlo un poco, lamiéndose los labios una vez mas. “El negocio por el que paso todos los días.” Yo podía escuchar la angustia en su voz. “Un grupo rival trató de jo*dernos, tomamos represalias, ellos hicieron lo mismo y para vengarse de nosotros, quemaron este lugar.”

Mis ojos se abrieron. “¿Había alguien en el interior cuando ocurrió?”

Se encogió de hombros. “No lo sé, no me importa.” El respondió aturdido. “Tenía otra mi*erda en mi mente.”

Me burlé. ¿Qué podría tener en su mente? Aparté de las vidas inocentes de personas a las que podría haber arrebatado la vida.

“¿Así que no te importa que personas inocentes hayan muerto?” Dije, con temor por las palabras que el me iba a responder.

Quiero decir, yo sabía que el chico podría no tener corazón… Pero no pensaba que pudiera mostrarse indiferente a ese tema.

Frunció los labios de una manera maliciosa. “Las personas que se encuentran en este tipo de negocios saben lo que les puede pasar. Ellos eligen este estilo de vida. Deben de saber que su vida esta en peligro en el momento en el que ellos venden su alma.”

“¿Qué quieres decir?”

“Una vez que estas dentro de esto, no hay manera de salir. Siempre eres el objetivo y los demás grupos te verán como un enemigo.” Su nuez se movió con cuidado ya que tragó saliva. “Eso es lo que quiero decir.”

“¿Y lo sabes de primera mano?”

Una pregunta estúpida, lo se, pero se lo pregunté antes de pensar.

El se burló. “¿Parece que soy un tipo de chico normal?” Me miró con una ceja arqueada.

Me encogí de hombros. “Sin embargo, puedes actuar como uno de ellos.”

El se rió entre dientes amenazadoramente. “Se llama saber como jugar este juego, cariño.”

“Oh? Entonces esto es un juego para ti?” Le miré curiosa.

Se encogió de hombros. “Quizás si, quizás no.” Me di cuenta de que quería sonreír por la forma en la que sus labios se torcieron, pero rápidamente lo evitó.

Rodé los ojos.

El guardó silencio, mirando a otro lado.

Suspiré. Este chico es mas confuso que Jany Eyre (el libro) y confía en mi, cuando leí eso, me sentí como si estuviera leyendo algo extraño o algo así.

Y pensar que estábamos poco a poco haciendo algo con todo este lío.

Saqué mi teléfono del bolsillo de mi suéter, mirando hacia abajo en el momento en el que lo saqué. Era las doce de la mañana.

Mi*erda.

“Tenemos que irnos.”

Volteó la cabeza. “¿Por qué?”

“Porque es tarde y mis padres se van a enloquecer si ven que no estoy en casa.” Dije como si fuera la cosa mas obvia en el mundo.

Su rostro se retorció mientras comprendía. “Oh, esta bien.” Se volvió dejando de ver las vistas, caminando de vuelta hacia el almacén.

Lo seguí a través del edificio hasta que llegamos a la parte delantera de la casa. Acercándome a su coche, hice clic en el botón pequeño antes de entrar dentro del coche y esperaba a que el abriera su puerta para entrar.

Después de unos minutos de estar allí sentada, dejé de mirar por la ventana para observarle como deslizaba un cigarrillo y lo encendía mientras tomaba unas pocas caladas.

Era una sincronización perfecta. Suspiraba amargamente en mi interior.

Este chico…. No puedo con él.

Al abrir la puerta del lado del conductor, Justin se sentó en el interior antes de poner la llave en el coche poniéndolo en marcha y saliendo a la carretera, el humo se extendió por su lado después de que lo soltara por la boca.

“No podías haber esperado hasta mas tarde para fumarte esa cosa?” Murmuré.

“No”, contestó con indiferencia.

Parecía tan tranquilo….tan normal. Era raro.

“¿Por qué estas tan tranquilo?” Solté antes de que pudiera detenerme a mi misma, para no decir nada.

Realmente tengo que parar estos impulsos.

Su rostro desencajado en confusión. “¿Qué?” Soltaba humo con cada palabra que decía.

“Nada” Sacudí la cabeza-

“No, ¿qué dijiste?” Contestó molesto.

“No vas a permitir que esto continúe, ¿no?” Me limité a decirle antes de que el mostrara una sonrisa.

“Solo dime lo que dijiste.” El rió entre dientes, su brazo izquierdo colgaba del volante, y el derecho estaba tendido a su lado.

“Te dije ¿por qué estas tan tranquilo?.”

Me miró, y me dio una mirada incrédula. “¿Se supone que tendría que estar de otra forma?”

“No…bueno, no lo se.” Suspiré. “Normalmente, tu sueles estar, enfadado. Esto… esto en nuevo.” Lamí mis labios, mordiendo uno de ellos.

El se rió por lo que había dicho. “Lo siento, no siempre estoy feliz?”

Pacíficamente rodé mis ojos. “No quería decir eso. Solo, olvídalo.”

“Okay” El se rió entre dientes, mientras sacudía la cabeza. “Chica extraña…” murmuró.

Lo escuché, pero hice como si no lo hubiera escuchado. No estaba de humor como para pelear con él, para ser honesta.

Pasó el tiempo cuando el coche se detuvo lentamente, deteniéndose a pocos metros de mi casa.

Le di una mirada confusa.

El puso los ojos. “No querrás que tus padres te encuentren saliendo de mi coche, ¿Verdad?”

“Correcto.” Asentí con la cabeza.

Chico listo.

“Bueno, gracias.” Le mostré una pequeña sonrisa antes de abrir la puerta del coche y salir, en voz baja cerré detrás de mi. Le saludé con la mano antes de dar la vuelta y comencé a alejarme cuando su voz me detuvo.

“¿Qué?”

“Ven aquí”.

Caminé de regreso a su coche. “¿Qué pasa?” Incliné mi cabeza hacia la ventanilla abierta.

“¿Cuándo te veré otra vez?”

Sentí que mi corazón se aceleraba un poco. “No lo se. Mientras este encerrada en mi casa….”

El asintió con la cabeza. “Sabes que siempre te puedes escapar otra vez….” El hizo una mueca.

“Y correr el riesgo de que me descubran? No, gracias. Una vez fue suficiente para mi.” A la ligera me reí entre dientes.

El no dijo nada durante un rato hasta que finalmente aceleró el coche, a punto de volver a conducir. “Supongo que nos veremos, _____”

“Si”.

Retrocedí y me aleje de su coche, aceleró cada vez mas, antes de partir alejándose entre el sol radiante.

Volví a casa con seguridad, con una sonrisa en mi cara.








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